A muchos de ustedes, seguramente les hicieron creer que los reyes existían y tenían la ilusión, como yo, de tener "ese juguete" que todos querían como el transformer ése que se convertía en camión de bombreros, patrulla, avión, revólver o un mojón; y recuerdo que mi hermana se ilusionaba con "el microhornito" (a nosotros nos dijeron que los reyes no exisían); en fin, muchos de ustedes se han quedado acostados, con los ojos abiertos de par en par pensando que tres sujetos adinerados (uno joven con barba y cabello largo, uno viejo con barba y cabellos largos también, pero canoso y uno negro -sin ofender a los negros- mamado y rapado) vinieran con un costal de "cosas" y entraran por la noche a sus casas a dejarles un "regalito" cada uno, el cuál les hará el día.
Por ahí escuché que en los centros comerciales como Wal-Mart, Chedraui, Soriana, Comercial Mexicana, etc. se aparecen estos tipos con el gran cinismo de decirte que te sientes en sus piernas y te preguntan ¿qué quieres de regalo a cambio?.
El de azul es el abogado de los tres sujetos, aconsejándoles quedarse callados en el juicio.
Noten el aspeto de Gangstah de todos ¿de verdad te sentarías en las piernas de alguno de ellos?
¡Feliz día de Reyes!
NOTA: Por cierto, el blogroll valió madres no sé porqué, luego pongo los links de sus blogs de nuevo.
Oh si en Liverpool hay unos qe hasta se ponen a cantar XD
ResponderBorrarjajaja
bien c*gados
lo bueno qe yo ya no creo aun qe tengo un hermano peqeño qe si
MMM SI POLLO JA YO CACHE AMI MAMA PONIENDO LOS REGALOS PERO NI PEX ES LA COSTUMBRE Q KIERES
ResponderBorrarEl negro Baltzar le hizo un niño a una de la secu.
ResponderBorrarKarla: Nunca te acerques a alguien dizfrazado en un super, centrocomercial, plaza, parque, etc. son del diablo.
ResponderBorrarDvnkelrot: A mí me dieron un family (es como un NES pero pirata) después ahorré para comprarme juegos chingones de n64, luego de play 1 y play 2 ( de hecho, extorsioné a mis padres por el n64).
Anónimo: A veces pasa, a mis padres les daba hueva pararse en la noche y eran tan cínicos que me llevaban a comprar el juguete que yo quería.
Sender: fué el regalo que le tocó.